Familias de Chibolo (Magdalena) recibieron los títulos de sus tierras - 03 de diciembre de 2017

2017-12-03


​Santa Marta, 30 de noviembre de 2017 (@URestitucion)El procedimiento de entrega estuvo a cargo del Juzgado Promiscuo de Chibolo, en comisión del Juzgado Segundo Civil Especializado de Restitución de Tierras de Santa Marta.

Óscar Barrios, uno de los beneficiarios, aseguró que recibir su título fue un sueño cumplido. “Este fue un momento de alegría para nosotros, si bien uno puede estar en la tierra, pero sino tiene documentos que lo certifican, al final no tienen nada, por eso, esto es algo bueno para mi familia y para mí”.

Así mismo, recalcó que viene un mejor tiempo para todos en su predio, teniendo en cuenta que será implementado un proyecto productivo de ganado, con el cual tendrá mayores oportunidades. “Todo esto sirve para mejorar la tierra y mejorar lo que hasta ahora tenemos; realmente es algo muy bueno”.

También se hizo la entrega material del predio El Progreso, ubicado en la vereda El Encanto, jurisdicción de Pueblo Nuevo en Chibolo, como parte del cumplimiento a la orden de restitución del juez.

“Esta parte del proceso es muy importante, es el resultado de un trabajo que se realizó en la parte administrativa del proceso con el cual se busca que las víctimas del conflicto puedan retornar a sus tierras, puedan tener acceso a su proyecto productivo, lo cual busca que puedan tener una condición de vida sostenible”, afirmó Rodrigo Torres, director de la Unidad de Restitución de Tierras (URT) en Magdalena y Atlántico.

El predio Nueva Vida, también fue entregado. Sus dueños, los hermanos Cantillo, agradecieron a las Unidad y demás autoridades que participaron en el proceso. “Me entregaron formalmente mi predio y me siento feliz, contento, porque ya volví de nuevo y soy feliz. Gracias a Dios y a ustedes por eso, esperamos que todo mejore; es un beneficio para todos, para mi familia y nuestros hijos”, indicó Wilfrido Cantillo.

​Los hechos violentos

En 1995, los hechos violentos que generaron los desplazamientos iniciaron con la incursión paramilitar del Bloque Norte de las AUC.

El 1996 continuaron las acciones, específicamente el secuestro que realizó el ELN de un miembro de la familia Botero, lo cual generó la presencia, en la región, de Salvatore Mancuso y Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40; este último se quedó a vivir en el sector conocido como La Pola, en la Casa del Balcón. Desde allí comandó a las AUC y la zona se convirtió en en campo de entrenamiento de los paramilitares.

En esta parte del Magdalena, estratégica para el accionar criminal y delictivo de esta organización criminal, sucedieron homicidios como el del profesor Roberto Barrios Andrade; desplazamientos forzados; y despojos administrativos de propiedades.

Fecha: jueves 30 de noviembre 2017

Fuente: Unidad Administrativa Especial de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas​​